martes, 23 de abril de 2013

Leer un libro es hacer un viaje..


Leer un libro es hacer un viaje..


Es un mundo por descubrir, una cuidad que recorrer, plazas con verdes jardines donde descansar, un barrio con macetas de margaritas en los balcones y enredaderas en las paredes que hermosean de día y un farol que alumba un callejón deshabitado que se debe cruzar.



Hasta llegar a una casa, golpear la puerta, preguntar por Don Valois, quien es liciado y sobreviviente de guerra, entrar a la casa por amable invitación, y acomodarse en la sala y sentarse en el sillón para directamente escuchar las historias pasadas y las vividas en narrativa,



y desde ese momento subir al caballo que se encuentra ensillado en el establo para cabalgar por pedregullos y empinadas hasta llegar al pueblo en los años '20 y recorrer hasta llegar al puerto de la cuidad y comprar el boleto para abordar el primer crucero de aquel próximo injusto decenio.


Luego debés montar de regreso apresurando al caballero, porque en el pueblo te dijeron que todos los de tu edad dejaron los libros y la asada de la siesta para poner a un costado del hombro el poncho y vestir el verde olivo, una vez afilado el machete que ha de ser empuñado con la izquierda y colgada la bayoneta. Luego del toque de diana y la reclutación, ha de venir la formación y la primera orden a la puesta de mando del Capitán del Pelotón, que a viva voz y desenvainada la espada direcciona la marcha hacia el noroeste


el cual llamamos región occidental o Chaco Boreal del Paraguay. En el camino haz de tener un primer obstáculo, de ir por tierra, camino terraplenado rojo y duro, haz de cruzar en canoa hasta llegar hasta la otra orilla del margen izquierdo donde se une el Río Parguay y Pilcomayo. Una vez tocado tierra,  y llegado a destino, se harán las trincheras,  -Me fui a la Guerra del Chaco cuando tenía 17 años-, -¡en serio Abuelo!, dice el nieto-, En serio Don Valois, -sí, es cierto, he ido, tuve mucha suerte de salir con vida, tengo una bala incrustada en la cabeza hasta hoy día - ¡¿en serio abuelo?! -Sí, che ra'y, así mismo- y que pasó ahí abuelo?  -Muchas cosas hijo-, pero Don Valois, tantas cosas Usted ha vivido! tendría que escribir un libro!, -Ja ja ja, no... ya estoy viejo.

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